De vuelta de las vacaciones con las pilas recargadas uno empieza a hablar con las compañeras y compañeros y se va dando cuenta de que hay mucho trabajo que hacer en estos días que quedan hasta el 29 de septiembre y las pilas se te empiezan a fundir.
Todos estamos muy cabreados por el 5 % que nos han sustraído de la nómina. Todos estamos muy cabreados con nuestros políticos que son en el mejor de los casos unos incompetentes y en el peor unos delincuentes. Todos están muy cabreados con los sindicatos porque hemos permitido todo lo que está pasando sin haber reaccionado antes y además por el trabajo de descrédito al que estamos siendo sometidos desde medios de comunicación interesados y desde medios políticos más interesados todavía, aunque claro está, hay compañeros de viaje que se desacreditan solos sin necesidad de ayuda.
Ésta es más o menos la situación. El personal indignado con políticos, sindicatos y el mundo en general se quiere quedar en casa y no hacer nada. Quieren seguir viviendo alelados y empanados como un rebaño de ñus, para que no les descuenten un día de huelga porque han perdido la fe en sus propias fuerzas, en su capacidad de cambiar una realidad que les es adversa y no les agrada, pero que soportan estoicamente. Ni ganas de rebelarse contra la injusticia ni ganas de luchar. Se dan así mismos un montón de excusas para mantenerse aletargados. Algunos ya lucharon alguna vez en tiempos lejanos y ahora quieren que sean otros los que tiren del carro. Otros por egoísmo piensan que hagan huelga otros y si sale bien se benefician y sino, pues no pierden el día. Todo muy pobre, muy miserable y mezquino.
Con este panorama no me extraña que una patronal pacata, cobarde e interesada no intente sacar tajada. No hay conflictividad laboral dicen ellos. No nos sentamos a negociar el convenio si no se firman los acuerdos que proponen a los sindicatos y comités de empresa y que no respetan la retroactividad del VII Convenio de la XHUP. Estos que nunca se han enfrentado al Servei han tomado la decisión siguiendo el ejemplo del Gobern de quitar, sustraer... el dinero de los trabajadores de la sanidad concertada y además cierran plantas, aumentan listas de espera, no cubren suplencias y hacen todas esas cosas que tenían ganas de hacer y no les dejaban. Ahora se han atrevido ante nuestra pasividad, se han tirado al monte. Han perdido la vergüenza, se sienten legitimados por el descuento del 3,21 % de los conciertos y nadie los va a parar porque con lo que está cayendo ahí fuera los sufridos trabajadores de la XHUP no se van a mover y el año que viene con más crisis nos apretarán otra vez las tuercas ¡Que indecisión! ¿Nos reducirán otro 5 % o nos quitarán los días de libre disposición? aunque también nos pueden quitar el 100 % de los tres primeros meses de IT y piensan: de esta recuperamos el 3,21 y además enjugamos déficit y ahora con la reforma laboral en puertas se frotan las manos. El que chiste con 20 días a la calle y se descuelgan del convenio porque con el déficit estructural del sector de todos estos años y el que preveen que van a tener pueden congelar los salarios de por vida.
Nuestro gobierno de "izquierdas" sin ideología y sin proyecto económico, metidos hasta el cuello en políticas neoliberales, sin dar alternativas viables y sin una sola idea conjuntamente con una patronal de asalariados privilegiados que van rotando por los centros de la XHUP. Han cometido uno de los peores atentados contra los derechos laborales. Se han cruzado límites que ponen en riesgo derechos laborales fundamentales que sólo buscan abaratar costes laborales. No crearán más empleo y empeoran las condiciones de trabajadores y usuarios.
El 29 de septiembre podemos ir a trabajar y quedarnos en casa alelados como si la cosa no fuera con nosotros, comiéndonos nuestra indignación, cocinándola en familia y recordando batallitas pasadas en las que fuimos maravillosos luchadores y haciendo comentarios despectivos sobre sindicatos, patronales, políticos y el mundo entero. Pero si esta huelga y las que vienen no salen bien. Nada volverá a ser lo que era y que sepan que los empresarios van a tener un poder de actuación absoluto y que nos podemos ir despidiendo de los logros conseguidos hasta ahora, aunque claro, lo que poco costó ganar poco se valora.
Llevo muchos años en la XHUP y en danza, para saber que somos distintos colectivos que casi nunca han ido juntos y que no nos hemos caracterizado por nuestra lucha y nuestras reivindicaciones y así nos ha ido. Ahora tienen la oportunidad de darnos la puntilla, se nos van a comer de a poquito que es como sabe mejor y nos vamos a lamentar y echarle las culpas a unos políticos mediocres y a unos sindicatos desprestigiados de forma interesada. Todos ellos son fiel reflejo de nosotros mismos, de una sociedad empanada y alelada, un rebaño de ñus mudos que con su entreguismo son proteína apetecible y por otra parte, el individualismo egoísta que nos aleja de la manada y todavía nos hace más vulnerables. Nos hemos acostumbrado a que todo nos lo den hecho a ser políticamente correctos, a no mojarnos nunca. Hemos caído en la trampa del consumismo y ahora nos tienen cogidos por las gónadas y no podemos perder un día de trabajo. Vivimos cabreados, pero no lo demostramos, hemos perdido la capacidad de reacción.
Ya sólo queda apelar al orgullo profesional ¿Es así como se valora nuestro trabajo cotidiano?
¿ Es esta la solución de una crisis que no hemos provocado nosotros? ¿Vamos a permitir que unos políticos mediocres y unos interese económicos depredadores y mezquinos jueguen con la salud de las personas y con los profesionales que les atienden?
Si nos queda algo de dignidad, coraje, capacidad de lucha y de rebeldía e insumisión creo que ahora es el momento de sacarlo, pero no sólo para esta huelga general sino para todo lo que vendrá después.
Jesús Prieto Quintero
Delegado de CCOO en el CLI
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